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José María Ibáñez.

viernes, 9 de marzo de 2012

GILLES DE RAIS: EL MARISCAL NEGRO

Gilles de Rais (wikipedia.org)
 JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ

Gilles de Laval, barón de Rais, nació en noviembre de 1404 en la Torre Negra del castillo de Champtocé, en Anjou (Francia). Sus padres, el noble Guy II de Laval y la dama Marie de Croan, provenían de los más rancios linajes franceses, poseyendo ambos grandes fortunas que se vieron incrementadas tras su unión. Por lo tanto, era el descendiente de una de las familias más poderosas y ricas de Francia y desde muy temprana edad recibió una esmerada formación intelectual y militar.


Apenas cumplidos los 10 años, sufrió la pérdida de su progenitor y su madre contrajo de nuevo matrimonio, quedando junto con su hermano pequeño René, bajo la tutela de su abuelo materno. A los 11 años se convirtió en el heredero de una de las mayores fortunas de toda Europa, que se incrementó, al casarse cinco años después (16 años) con su prima inmensamente rica, Catalina de Thouars. De esta unión nacería en 1429 Marie, su única hija. Cumplidos los 20 años entra a formar parte como militar al servicio del Delfín Carlos, primogénito de Carlos VI de Francia e interviene activamente en el sangriento conflicto enmarcado en la Guerra de los Cien Años, que enfrentó al propio Delfín, con Enrique VI de Inglaterra, en su lucha por alcanzar el sitial francés.


En 1429, Gilles fue testigo de la llegada a Chinón de una doncella de apenas 17 años, con la exigencia de entrevistarse con el Delfín. Aseguraba ser la enviada de Dios para derrotar a las tropas inglesas que acampaban cerca de Orleáns y colocarlo a él en el trono de Francia. Aunque la mayoría pensaba que la joven estaba loca, consciente de los peligros que había eludido durante el viaje, él decidió ponerla a prueba. El Delfín hizo sentar a uno de sus pajes en el trono y él se vistió con sus ropas, pero la muchacha le reconoció y este acabó creyéndola.
Castillo de Marchecoul (wordpress.com)
Carlos VII ordenó a Gilles de Rais que acompañara a la Doncella de Orleáns. Gilles luchó codo con codo junto a Juana de Arco, dando muestras de inconmensurable valor en Orleáns y Patay, derrotando a los ingleses y convirtiendo a ambos en héroes nacionales. El día de la coronación del Delfín a Gilles de Rais le fue concedido el honor de ser el depositario del óleo sagrado con el que el rey fue ungido, y una vez coronado como nuevo monarca, fue nombrado Mariscal de Francia y le fue permitido incluir la Flor de Lis en su escudo de armas.


Pero tras la muerte de Juana de Arco en 1430, acusada de brujería y de estar poseída por el diablo, Gilles se recluyó en sus posesiones de Marchecoul donde, rodeado de una guardia de 200 caballeros comienza a dilapidar toda su fortuna en grandes fiestas y absurdas extravagancias. Así nos lo cuenta la historia. Casi en ruina, intenta recuperar sus riquezas mediante la obtención de la "piedra filosofal". Conoce a Francesco Prelatti, sacerdote que había colgado los hábitos, que le adentra en el mundo de la magia negra y el pacto con el diablo, que le convence de la necesidad del derramamiento de sangre inocente para conseguir los favores del maligno.
Estatua de Juana de Arco en París
(Foto: minube.com)


El 13 de septiembre de 1440 fue arrestado y acusado de la muerte de entre 140 y 200 niños en el transcurso de ritos satánicos. En la mañana del 26 de octubre de 1440 fue ejecutado en compañía de dos de sus caballeros. Una vez ahorcado su cuerpo fue pasto de las llamas. Accediendo a las súplicas de algunos de sus parientes y amigos, sus restos, parcialmente quemados, fueron retirados de la hoguera y enterrados en la Iglesia de Notre-Dame du Carmel en Nantes.


EL ENVÉS DE LA TRAMA
Según nos relata el Dr. Serge Raynaud de la Ferriere, Gilles de Rais había estudiado Alquimia con Sille, cura de Saint Malo. Todo y así, se dio cuenta de que sus conocimientos no eran los suficientes y buscó un alquimista: encontrándolo a mediados de 1438 en Florencia. Este alquimista, el sacerdote Franceso Prelatti, era poseedor de profundos estudios religiosos y había recibido la tonsura por parte del Obispo de Arezzo. Se dedicaba a la geomancia y poseía profundos conocimientos de Alquimia, adquiridos gracias a su maestro, el médico florentino Juan de Fontanel.


Por otro lado, Salomón Reinach, en su obra de 1912, "Cultos, Mitos y Religiones", plantea el hecho de que no existió ninguna víctima y todo se debió a un complot muy bien urdido por parte de la iglesia y la nobleza. Lo que está claro es que Gilles de Rais, el Mariscal Negro, confesó bajo la tortura inquisitorial. Fue acusado de herético, conjurador de demonios, crimen y vicios contra la naturaleza, sodomía, sacrilegio y violación de inmunidades de la "santa iglesia", y que además, había ofrecido a un demonio llamado Barón, los ojos y la sangre de un muchacho para conseguir sus favores. 


Curiosamente, todos sus bienes fueron confiscados en beneficio del Duque de Bretaña y de la Iglesia.

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